Aprendiendo una conducta social aceptable

Los niños encuentran difícil aprender las reglas que rigen las buenas maneras. Les resulta desagradable suspender por un momento el juego o el programa favorito para responder un saludo.

Encuentran arbitrarias las actitudes. Lo mismo les pasa cuando es necesario decir “por favor” y “gracias”.

Les cuesta entender por qué si tomo y como una tostada con la mano, no podemos hacer lo mismo con la pata de pollo, por qué no nos desvestimos en público, etc.

Todo será más sencillo valiéndonos del ejemplo. Podemos enseñarles desde pequeños que la consideración hacia los demás es la base de las buenas maneras. Comprenderán esta idea si los propios padres y los adultos cercanos practicamos lo que predicamos.

¿Te agrada que yo te quite tu lápiz cuando estás dibujando? Entonces no me quites mi tijera mientras lo uso.

Te agrada que te griten, o prefieres que te pidan amablemente que te acerques?.

Desde muy chico, un niño puede comprender este razonamiento, pero más aún del razonamiento, recuerda la forma en que él es tratado.

Así aprenderá gradualmente a comportarse con cortesía y reflexivamente.

Es frecuente que intentemos enseñar la consideración hacia los demás y a menudo olvidamos usar la consideración hacia los niños. Cuando nos están relatando algo que les ocurrió, interrumpimos queriéndole abotonar la camisa o atar los cordones. Si les pediremos que sean corteses, comencemos por tratarlos con cortesía aunque estemos apurados o aunque la narración nos resulte tediosa.

Puede equivocarse en lo que diga, pero en vez de interrumpirlo, puede corregirse más tarde y de manera indirecta.

En el trato de los niños, un cierto número de órdenes son necesarias, pero suele sorprendernos comprobar cuán pocas lo son. Pueden expresarse en forma de pedido y éste será mejor recibido y cumplido.

Es bueno recordar que la memoria de un niño es extremadamente escasa y que no puede cumplir con facilidad más de una orden por vez.

Si en treinta segundos le damos más de seis ordenes distintas ¿y quién puede culparse por olvidarse por lo menos cuatro de ellas? .

“Consideración hacia el niño es el primer paso para enseñarle consideración hacia los demás”.

Norma Castrelo
Asesora Institucional