Educar las virtudes Humanas – 9º entrega: “La educación de la responsabilidad”

Responsabilidad significa responder ante uno mismo, significa dar respuesta a la llamada de otro.
Ser responsable significa tener que rendir cuentas; ser obediente y esto no es un acto de esclavo, sino un acto de compromiso, de deber.
Lograr estudiantes responsables, al término de la educación Secundaria, es un desafío que tenemos como Institución educativa.
Para que los hijos desarrollen la responsabilidad, los padres deben ejercer su autoridad (influencia positiva que acrecienta la autoridad) es un servicio a los hijos en su proceso educativo, un servicio que implica el poder de decidir y de sancionar, es una ayuda que consiste en dirigir la participación de los hijos en la vida familiar y es por sobre todo un componente esencial del amor.
Para cada exigencia el niño requiere una motivación, una relación con una persona a quien responder.
Existen desviaciones de la responsabilidad. Es la tendencia habitual de recurrir a excusas para justificar el no cumplimiento de una indicación, y la tendencia de no comprometerse en ningún asunto hasta que se ve que va a salir bien. Luego se adhiere a ello cuando no existe peligro de fracaso, y cuando el trabajo principal se ha realizado.
La persona necesita de la fortaleza para desarrollar la responsabilidad. Algunos niños tienen desarrolladas las virtudes. Son serios, cumplidores. Por eso es importante que los padres conozcan las características de sus hijos en relación con la responsabilidad. Si no las conocen es posible que exijan a un niño ya responsable a que sea más cuando realmente su problema puede ser falta de iniciativa, de sociabilidad, de energía.
Para que las decisiones que los chicos/jóvenes tomen no sean solo de interés personal, vendrá bien relacionar sus esfuerzos con el servicio a los demás (desarrollando así la virtud de la generosidad).
Cuando se ha conseguido que los hijos tomen una decisión, los padres tendrán que cuidar de no asumir la responsabilidad cuando el asunto sale mal.
Esto ocurre frecuentemente cuando postergan las tareas por una salida y luego los padres intentan “cubrir” o justificar ese incumplimiento.
Las obligaciones de los padres serán: en qué asuntos pueden decidir y cómo y en segundo lugar, dar una información adecuada y exigirles que piensen antes para que decidan responsablemente.
Ser padre responsable es conseguir que los hijos sean responsables. También se trata de educarlos para que ellos mismos ayuden a compañeros, hermanos, a desarrollar la virtud de la responsabilidad.
Siempre podrán encontrarse con otros seres que actúen sin responsabilidad. Y si no intentan ayudarlos es posible que sean ellos los afectados.
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