El papel de la escuela

Hace treinta años, el desarrollo infantil estaba dividido en tres etapas

  • Socialización elemental: hasta los dos años, el niño aprendía a conocer y manejar sus necesidades
    fisiológicas
  • Socialización familiar: hasta los cinco años, cuando aprendía a vivir con los padres y demás miembros de la familia.
  • Socialización comunitaria: a partir de los seis años cuando empezaba su vida escolar.

Hoy, el contacto social es precoz, aun sin terminar su educación familiar, el niño ya está en el aula. El ambiente social invade el familiar, no solo a través de la escuela sino también por medios como la TV e INTERNET.

Así los niños tienen problemas para establecer límites claros entre la familia y la escuela, sobre todo cuando los padres delegan en la escuela la educación de sus hijos.

La educación familiar es diferente de la escolar. Una no puede sustituir a la otra, pues son complementarias.   No se puede delegar en la escuela parte de la educación familiar pues es única y exclusiva, encargada de la formación del carácter y los modelos de comportamiento familiar.   A su vez la escuela nunca debe absorber la educación familiar, pues su objetivo es preparar profesionalmente a los alumnos, cuidando la convivencia grupal y social.

La educación orientada a la formación del carácter, la autoestima y la personalidad del niño es todavía, principalmente, responsabilidad de los Padres

 

LA ESCUELA EN LA EDUCACION INFANTIL

La escuela tiene un papel complementario al de la familia en la formación de la personalidad del niño, aquí el niño es miembro de una comunidad, en su casa, él es el centro.

La escuela percibe en el niño habilidades, problemas y otras facetas que en casa no suelen ser observadas y mucho menos valoradas.

Para que los padres conozcan realmente a sus hijos es importante informarse de sus comportamientos en la escuela. La voz de la experiencia de la escuela, bien escuchada, puede ser muy útil en un momento en el que la familia esta totalmente perdida sobre la manera en que debe actuar con su hijo.
Si todos los padres supieran sobre esa posibilidad de ayuda y tuvieran la sabiduría de buscarla, muchos conflictos, desajustes relacionales, problemas de juventud, migraciones y dificultades escolares serian resueltos a tiempo.

Las familias solo actúan cuando se ven afectadas por algún acontecimiento fuerte. La escuela debe orientar a los padres con lecturas adecuadas, aclaraciones y conferencias. Los padres deben recibir esa actualización y participar, haciendo uso de la información.

Los padres y la escuela: Una buena sociedad

Si la sociedad entre la familia y la escuela se forma desde el inicio, todos saldrán beneficiados. Cuando la escuela, el padre y la madre usan el mismo lenguaje y tienen valores semejantes, los dos ambientes del niño, familia y escuela, demuestran seguridad y congruencia, el desarrollo del niño es favorable.

Cuando hay conflictos entre la familia y la escuela, los niños siguen a quien mas le conviene, y los adolescentes, en general, tienden a sacar ventajas de la situación. Cuando los padres no están de acuerdo con la posición de la escuela, deben resolver sus diferencias con ella directamente. De esa manera el niño no se apoyará en los padres para rebelarse contra la escuela o sus docentes.

La falta de sintonía entre familia y escuela es un problema grave

Cuando el hijo se queja de algún maestro o de alguna injusticia cometida por la escuela, los padres deben pensar siempre que el hijo puede estar siendo parcial, o distorsionando la situación a su conveniencia, por lo tanto, antes de creer completamente lo que les dice, es mejor que los padres se enteren por otras fuentes del hecho.

Es fundamental que los padres elijan una institución congruente con los valores familiares.

Hay padres que se enorgullecen de lo que el hijo hace sin importar lo que sea. Si no acepta un no, con orgullo afirman:  ese muchacho tendrá personalidad, será un líder. Por desgracia ante las observaciones externas este tipo de padre trata de cambiar a su hijo de escuela y busca una que acepte la inadecuación de su hijo. Niño que ellos como padres no supieron educar

Algunos padres caen en la trampa de distorsionar la realidad para mantener la inadecuación de su hijo, culpan a otros para disculparlo.

La información, que los medios proporcionan a nuestros hijos y los estímulos a los que están expuestos, nos obliga a replantearnos los preceptos que tenemos sobre educación  y a la búsqueda permanente de información, sobre los nuevos paradigmas.

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