WhatsApp  ¿Una ayuda, una herramienta útil o un infierno?

 La sociedad actual es la más conectada de todos los tiempos, pero léase con atención ya que la más conectada no es sinónimo de la mejor comunicada.

La tradicional cadena telefónica empleada en las escuelas entre padres, dejó paso al Whatsapp. Una prenda que se perdió, la organización de cumpleaños la tarea que no se copió a tiempo, el costo de los útiles, los piojos, todo absolutamente todo está en la red.

El niño va así perdiendo la capacidad de retener un mensaje, de transmitir un pedido, de hacerse cargo de sus responsabilidades escolares. Espera que todo sea resuelto entre “las madres” que se comunican.

Pasamos del correo electrónico a la aplicación gratuita y popular para smartphones para que con un accionar del teclado llegue rápidamente la información a muchos en muy poco tiempo.

Visto simplemente así podríamos preguntarnos qué tiene de malo ese mecanismo.

En realidad la desventaja estaría dada cuando en su uso se pierde de vista el sentido común y todo es expuesto libremente muchas veces sin tener seguridades del dato que allí se vuelca perjudicando o exponiendo a terceros incluidos menores que no pueden defenderse pero han quedado “escrachados” por quién sin medir consecuencias no paró de mensajear.

Ni habar cuando aquellos textos se acompañan con imágenes utilizadas fuera de contexto, cuando se hacen comentarios sobre el accionar de los docentes, cuando todo se narra sin chequear, etc, etc.

La puerta del colegio ahora está en el celular y es momento de reflexión.

Es la escuela de mi hijo, una institución de puertas abiertas donde puedo ser escuchada ante una inquietud o dificultad.

Es el uso de la nueva tecnología lo que me permite conocer verdaderamente al grupo de pertenencia de mi hijo.

Tengo derecho a volcar sin procesar cualquier información que llega.

Hace falta involucrar a quienes no tienen deseos de intervenir en tal o cual situación.

 

¿Qué es comunicarse?

Podemos empezar, como dice Sergio Siney, a experimentar lo más bello de la condición humana.

“No hay valores, no hay ética, no hay afectos, no hay expresión emocional, si no hay otro. Otro para HABLAR, INTERCAMBIAR, CONOCER, COMUNICARNOS”.